MARMOL SOBRE PEANA DE MADERA

Mi escultura aunque se etiqueta como abstracta no trata sobre principios abstractos, sino más bien concretos: composición, juegos geométricos y modulares, valores cromáticos, etc.; y que pueden estudiarse y comprenderse de manera más o menos aproximada y sentirse y valorarse según la sensibilidad del observador que conecta con la obra.
La escultura en oposición a la pintura en general se ofrece como un objeto tridimensional que ocupa un lugar y espacio, que funciona con luz real y que se puede observar desde diferentes ángulos. Mi trabajo ofrece la posibilidad de convivir con formas que son protagonistas en sí mismas, sin la muletilla de los conceptos (esto representa o es un remedo de tal o cual cosa) o de ideas trascendentales de moda. Ofrece la posibilidad de la recreación estética y significación simbólica de formas universales que juegan entre sí y proporcionan al espectador un perfil nuevo a cada tanto.